Deseaba el aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, que su abuela llegase a ver el día en que su nieto mestizo se alzaba como presidente de los Estados Unidos. Hoy, el mundo entero está pendiente de si el candidato afroamericano escribe o no esa página de la historia. El estado de Virginia era anoche último espectador de la fiebre Obama. Allí, el candidato demócrata a la Casa Blanca ponía punto final a dos años de maratón presidencial. Y es ese estado, Virginia, uno de los que hoy hablarán en clave de triunfo junto a Florida y Ohio.