Toda la comunidad internacional ha condenado el golpe de Estado que se produjo ayer en Mauritania. El presidente y el primer ministro de este país del norte de África continúan detenidos por los militares sublevados.Los militares han ocupado los edificios administrativos y las sedes de la radio y la televisión estatales, donde ya han nombrado nuevos responsables. Un consejo de 11 comandantes gobernará a partir de ahora Mauritania. El consejo estará dirigido por el líder de los sublevados, el jefe de la guardia nacional a quien el presidente mauritano había destituido poco antes de dar el golpe. Los militares golpistas han asegurado que convocarán elecciones transparentes y libres lo antes posible. España había condonado la deuda de Mauritania y el mes pasado renovó acuerdos de pesca, inamigración y terrorismo.