Todos pendientes del televisor en el pueblo de Villa y, entre los que sufren estaban sus tíos. La peor de las noticias que podían recibir ayer los familiares de Villa fue su lesión.Pero la noche no era para lamentaciones sino para comerse a los rusos. Explosión de alegría por los tres goles que acaban cambiando la cara de la familia del número 7 de la selección. Su tio y el pueblo entero de Tuilla mostraba ayer todo su apoyo a Villa y el ánimo para que se recupere lo más pronto posible y pueda jugar la final contra Alemania el próximo domingo. Goles, charanga y a rezar ya para Alemania.