Cuando aún no se ha cumplido siquiera un día de la huelga de transportistas, los efectos empiezan ya a notarse en los mercados y gasolineras. En las estaciones de servicio puede crearse un problema relacionado con el suministro; en los mercados es más el miedo y la psicosis de los consumidores a un posible desabastecimiento, que todavía está lejos de ocurrir. En las refinerías, los piquetes impedían hoy la entrada y salida de camiones para transportar combustible. Falta de suministro por un lado, y muchos llenos y colas de vehículos en pocas horas, por otro. Y según pasen la horas se verán más carteles colgados de "No hay servicio". En Madrid, por ejemplo, ya 2 de cada 10 gasolineras tienen problemas para ofrecer combustible.