El Real Madrid goleó ayer en el clásico al FC Barcelona por 4-1. El partido se convirtió en una pesadilla para el equipo culé, que ve a los merengues a 17 puntos. Y, lo que es peor, el año que viene tendrá que jugar la previa de la Liga de Campeones.Tras el partido, Frank Rijkaard, técnico azulgrana, reconoció el padecimiento de su equipo. "Hemos sufrido mucho", aseveró el holandés, que no quiso hablar de "humillación y ridículo". "Es un partido que duele", afirmó el entrenador.Mientras, Bernd Schuster, preparador merengue, destacó la actitud del equipo. "Después del título del domingo pasado, queríamos redondear, celebrar con nuestro público haciendo un gran partido.