No ha habido en Estados Unidos un recibimiento oficial a un Papa tan multitudinario como el que espera Benedicto XVI hoy en la Casa Blanca. Es mucho lo que le separa de Bush, pero el mensaje también es novedoso ya que viaja pidiendo disculpas por los abusos cometidos por sacerdotes. "Estoy profundamente avergonzado", decía el Papa desde el avión en el que viajaba a Washington. Benedicto XVI se disculpaba de antemano por el escándalo de los curas pederastas en Estados Unidos. Con Bush se reunirá esta tarde en la Casa Blanca. Será después de una multitudinaria ceremonia de bienvenida al Papa quien hoy, además, cumple 81 años. Decenas de personas calentaban el ambiente a las puertas de la residencia donde se aloja el Pontífice. Aunque no lejos de allí, algunas de las víctimas de los curas pedófilos reclamaban menos disculpas y más hechos. Los abusos a menores salpicaron a 4.000 sacerdotes. Se saldaron con una multimillonaria indominación a las víctimas, pero el escándalo sigue vivo y perseguirá al Pontífice durante estos seis días de su visita.