En Río de Janeiro, el sacerdote Adelir Antonio de Carli se ha convertido en el hombre más buscado de Brasil. Un cura, aventurero, desaparecido desde el pasado domingo cuando intentaba batir su propio récord de vuelo atado a miles de globos de helio. Se le veía feliz y confiado al despegar. Ocho horas después su rastro se perdió. El padre, de 42 años, inició su aventura en la ciudad de Paranagua, al sur de Paraná, después de oficiar una misa. Dos aeronaves del Ejército y la Policía, así como varios barcos efectivos de la marina, bomberos y pescadores participan de las tareas de búsqueda; han sido hallados ya muchos globos, pero ni rastro del sacerdote.