Una multitud de estatuas vivientes se citaron en el Parque de Atracciones del Tibidabo de Barcelona con motivo de la segunda edición del Encuentro Internacional de Estatuas humanas. Los mimos hicieron las delicias de grandes y pequeños y mostraron su repertorio de gestos y disfraces. Desde Don Quijote de La Mancha hasta Eduardo Manostijeras, pasando por hadas y marineros. Todos ellos se citaron con un objetivo claro: ser la mejor estatua viviente. El premio, el reconocimiento que le brindan los cientos de curiosos que se citan en la Ciudad Condal para ver a estos maestros de la mímica y el disfraz.