La retirada de una bandera del Unión Magdalena, el equipo de casa, por parte un grupo de la hinchada contraría desató la revuelta que terminó con la suspensión del partido de la Copa Colombia entre el, ya citado, Unión Magdalena y el Junior de Barranquilla, que se disputaba en la ciudad colombianda de Santa Marta.Los disturbios, en los que tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad, se saldaron con al menos 40 heridos. A pesar de que desde el primer momento se intentó llegar a la conciliación, los esfuerzos fueron en vano, ya que en el estadio se desarrollaba una batalla campal. Finalmente, el partido fue suspendido y ha sido aplazado al 16 de abril.