La creadora gallega ha celebrado el día de San Valentín en Cibeles y ha presentado un concepto de prendas con líneas depuradas, rectas, minimalistas y sexys a juego con los corazones negros que ha tatuado a las modelos en su colección. Además ha ofrecido en sus diseños una amplia gama de colores entre los tonos crudo, morado, rojo sangre, verde luminoso, gris y negro, y para la noche, el plateado y el caqui combinado con el oro. Para el próximo otoño-invierno, el punto reina en toda la colección. La diseñadora no ha dado de lado a los complementos ya que en su desfile se han visto larguísimas bufandas, bombines negros, guantes cortos y de automovilista, cinturones, zapatos y botines de piel.