La primera vez que se celebró este homenaje fue en 1659. Se llama Hikeshi. El trabajo de los más ancestrales era derribar las antiguas casa de madera para prevenir del fuego a las futuras construcciones. Pero en un país tan sísmico como Japón los bomberos tienen especial relevancia y son respetados por sus compatriotas. El incendio más trágico de Japón ocurrió en 1657 y acabó con la vida de 100.000 personas.