Lápidas personalizadas con grabados que recuerdan la profesión, afición o ideología del difunto. A Teresa le gustaban las castañuelas, la pasión de Hermenegilda era coser. Un paseo por el cementerio valenciano de Buñol es un recorrido por la vida que en su día disfrutaron los difuntos.Pero además de los episodios personales el Día de Todos los Santos también puede convertirse en una lección de historia. Es la propuesta del cementerio de Poble Nou, en Barcelona, donde los visitantes se sorprenden ante tanto monumento.El poder universal de la música sirve para recordar a todos, sin tener en cuenta ni el dinero las preferencias personales. Así lo han vivido en el cementerio de Córdoba. Música en vivo para amenizar las visitas a los que ya no están.