El lunes comienza uno de los juicios que más expectación y más polémica ha levantado en los últimos años. El asesinato del alcalde de Fago, un pueblecito de Huesca de apenas 30 vecinos.Cuando fue asesinado, Miguel Grima regresaba a Fago tras una reunión de alcaldes en Jaca. Unas piedras en el camino le hicieron parar. Recibió un tiro de escopeta a cinco metros. El cuerpo fue encontrado en este terraplén. Su vehículo a 12 kilómetros.En el cambio de marchas y en el volante los investigadores hallaron ADN de Santiago Mainar.Sin embargo, Mainar declaraba que nunca había conducido el coche del fallecido y que no había disparado en meses, aunque tenía pólvora en las manos. Ante las cámaras santiago Mainar, con sangre en las uñas y arañazos en la cara no escondió el odio hacia el alcalde asesinado.La noche de su detención confesó a la Guardia Civil que mató al alcalde porque sintió un impulso raro, y que era un tema personal. En sede judicial lo negó todo y afirmó que al inculparse hizo un sacrificio por el pueblo.  El fiscal pide para él 20 años de cárcel.Hay un anónimo y testigos que aseguran que el crimen fue planificado por el bloque opositor del alcalde. Esa lista de sospechosos incluye nueve personas pero ningún indicio de que colaboraran.