Las manifestaciones contra el Gobierno iraní han vuelto a las calles de la capital, Teherán. Simpatizantes del líder de la oposición, Mirhossein Mousavi, han protagonizado otra protesta en la que, al final, hubo enfrentamiento con la Policía. Se trataba de una marcha que conmemoraba el 30 aniversario del secuestro de la embajada de EEUU y que degeneró en violencia. La cúpula religiosa iraní había advertido a la oposición para que no convirtiera cualquier acto antiamericano en una protesta contra el Gobierno iraní.