La morosidad del sector financiero español ha descendido por primera vez en dos años y sitúa la tasa en el 4,4 %, según el Banco de España. A pesar de esta ligera mejoría, la diferencia interanual sigue siendo bastante amplia. El valor de los préstamos impagados por familias y empresas se ha triplicado en el último año. Las cajas siguen siendo las más afectadas. No obstante, los impagos rompen con la racha alcista en lo que supone una pequeña luz al final del túnel de la crisis económica.