Este sábado, decenas de miles de italianos protestaron en Roma contra la influencia del primer ministro, Silvio Berlusconi, sobre los medios de prensa, mientras intenta controlar un escándalo sexual centrado en las invitaciones de prostitutas a su residencia en la capital. Berlusconi habría emitido órdenes judiciales por un total de 4 millones de euros (5,8 millones de dólares) contra dos periódicos de izquierda, La Repubblica y L'Unita, por su cobertura del escándalo que lo envuelve desde mayo. También demandó a periódicos extranjeros por el caso. Berlusconi, dueño de tres de los siete canales de televisión abierta de Italia, ha afrontado acusaciones de un conflicto de intereses entre su imperio mediático y su rol político desde su ingreso hace 15 años en la política. Sin embargo, los críticos aseguran que desde su regreso al poder por tercera vez el año pasado, Berlusconi se ha vuelto más impaciente ante el escrutinio mediático y ha buscado silenciar a quienes lo critican. Los organizadores de la marcha aseguraron que asistieron unas 300.000 personas a la central Piazza del Popolo de Roma. Algunos manifestantes llevaban camisetas con la frase "Ahora me puedes demandar también". Un grupo de músicos tocaron con mordazas cubriendo sus bocas.