La pequeña superviviente del último crimen de violencia de género permanece grave en el Hospital de la Vall d'Hebrón, en Barcelona. No le llega el suficiente oxígeno al cerebro. Y todo porque nació cuando su madre también se había quedado sin oxígeno. Nadia, de 22 años, murió en el rellano de su casa. Su pareja le pegó un tiro en la cabeza. Al escuchar el disparo, un vecino alertó a los Mossos d'Esquadra. Los servicios de emergencia encontraron a la joven inconsciente. Nada podía hacerse por ella pero sí por su bebé, ya que estaba embarazada de 9 meses. Así que, en el mismo rellano, le practicaron una cesárea postmortem y reanimaron a la pequeña. La niña es el segundo hijo de la pareja. Todos vivían en este piso del barrio de la Guineueta de Barcelona junto con la madre del presunto homicida. Poco después de los hechos, los Mossos d'Esquadra han detenido a Daniel, de 20 años, en las inmediaciones del domicilio. en las próximas horas pasará a disposición judicial.