La magia de la noche del fuego ha cedico el protagonismo a las botellas, cartones, vidrios y a jóvenes ebrios sobre la arena. Muchas han sido las playas que han amanecido esta mañana cubiertas por un mosaico de colores. Y es que la noche más corta del año ha dejado toneladas de basura en los arenales españoles. Sólo en las playas de A Coruña se han depositado esta noche 170 toneladas de basura. Las máquinas y cientos de operarios de limpieza han desembarcado junto a las fuerzas de seguridad para no dejar ni huella de la gran fiesta de anoche. Incluso alguno se ha atrevido a buscar pequeños tesoros con su detector de metales. En los arenales de Barcelona las Fuerzas de Seguridad han desalojado a 82.000 personas y se ha extremado la precaución para no arrollar a nadie dormido con los tractores.