Ayer sobre las ocho de la tarde, Miguel Carcaño intentó suicidarse con el cordón de un chandal. Así lo ha contado un miembro del sindicato de la prisión de Sevilla II. A pesar de que cuenta con un preso de confianza que le vigila las 24 horas del día, Carcaño intentó ahorcarse con el cordón de su chandal en uno de los aseos. Sin embargo, en palabras de este funcionario, no llegó siquiera a provocarse algún daño. Los servicios sanitarios procedieron a darle tranquilizantes para que se relajara. Según este funcionario, la situación de Carcaño es muy común dentro de la cárcel. Por eso siempre este tipo de presos cuenta con otro compañero, de confianza para las autoridades carcelarias, que vigila todas sus actividades. Por otra parte, al menos este funcionario desconocía la información publicada en algunas medios y de la que se desprende que el joven habría escrito una carta cuyo contenido no ha trascendido. Lo que sí parecen tener claro desde el interior de esta cárcel ubicada en la localidad sevillana de Morón de la Frontera es que Carcaño teje una cortina de humo. En "opinión personal" de algunos de los trabajadores creen que la teoría de Antonio del Castillo podría ser cierta y Miguel Carcaño intenta llamar la atención para desviarla de algún otro implicado en el caso.