En la Rinconada, un pueblo aparentemente deshabitado bajo los rayos del sol: calles completamente desiertas y parques vacíos, pero lleno de vida en el interior de sus casas.Los vecinos se refugian del calor en casa o en el mercado. Aquí el aire acondicionado está a tope por eso hoy las compras se las toman con más calma.A las 12 del mediodía, los termómetros marcaban 43 grados, comienza la alerta amarilla. Es el momento de refugiarse a la sombra, hidratarse mucho y salir a la calle ligerito de ropa.