A pocos les importa que puedan ser pillados. Son adultos que viajan solos o gente joven o ambos con pequeños en la moto. Y muchos conducen sin casco. Saben que está sancionado pero desoyen las normas y arriesgan su vida y la de los acompañantes. Es una estamapa habitual en nuestras ciudades. Ponen como excusa que se trata de trayectos cortos, pero lo cierto es que las estadísticas no engañan y los motoristas accidentados sin casco son muchos.