Más de 15 años de prisión como media es lo que les espera a los que matan a sus esposas o ex parejas. El año pasado hubo 70 víctimas aunque no todos sus asesinos irán a las cárcel. Alguno, tras el crimen se suicidó. Uno de cada tres maltratadores tenía antecedentes penales. El Gobierno reconoce que no baja el número de víctimas mortales, pero sí aumenta la confianza de las mujeres, inmigrante o no, y de su entorno en el poder de la denuncia. Casi 400 maltratadas denuncian cada día su situación. En 2008 casi 100.000 mujeres acudieron al teléfono de atención a víctimas. La mayoría de ellas están casadas, con hijos y tienen estudios medios o universitarios y trabajan. Todas aprovechan la ausencia del maltratador para pedir ayuda.