Este viernes la Policía de Tailandia ha descubierto en un templo budista de Bangkok los restos de más de 2.000 fetos humanos, almacenados en el depósito de cadáveres del santuario. Los fetos fueron hallados gracias a la insistencia de los vecinos, que habían denunciado una y otra vez el intenso olor procedente de uno de los edificios del monasterio Phai Ngern. El hallazgo de fetos comenzó el pasado martes, cuando agentes de policía y trabajadores de organizaciones benéficas encontraron 348 metidos en bolsas de plástico, y continúo con la localización de otros 1.800 hasta este mismo viernes, según informa el coronel de la Policía local, Kanathud Musiganont. Se han llevado a cabo los arrestos de varias personas que trabajaban en el tanatorio del templo y una mujer que trasladaba fetos de los abortos ilegales que se practicaban en diferentes clínicas.