Esta mujer llora desesperada porque tiene que enterrar a dos nietos y esta otra, a un hijo. Son las primeras víctimas del supertifón que se está tragando a las Islas Filipinas. Están apareciendo socavones por todo el país que ya no puede absorver más agua. Se ha evacuado a más de tres mil personas, pero no es suficiente. Han aparecido siete cadáveres hasta el momento. El tifón comienza ahora a alejarse.