En un zoo privado de Taiwán, los medios se han hecho eco del nacimiento de tres cachorros mitad león mitad tigre, aunque sólo dos de ellos han logrado sobrevivir a las horas posteriores tras el parto. Su madre es una tigresa bengalí llamada Beauty, y su padre un león africano llamado Simba. Ellos son una rareza, y podrían ser objetivo del mercado negro cuando crezcan. Por eso, las autoridades investigan el alumbramiento. El cruce de especies protegidas está prohibido en el país. En Huang ya se han dado prisa en explicar que no se ha cruzado a los animales a propósito, sino que se trata de dos ejemplares que han convivido juntos durante años.