El Gobierno retrasará la edad de jubilación de los 65 a los 67 años a partir de 2013, y de forma progresiva, a razón de dos meses cada año, hasta el 2025.Para afrontar el "reto" del envejecimiento de la población y pensar en la sostenibilidad del sistema de pensiones para futuras generaciones, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy el documento de principios para reformar ese sistema. Aunque ahora deberá debatir esa propuesta con los agentes sociales y en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados.Entre los objetivos de esa reforma están el limitar la incidencia de las prejubilaciones; limitar las pensiones por viudedad y orfandad; o adecuar la cuantía de la prestación a las situaciones reales, modificando, por ejemplo, el periodo mínimo de 15 años que hace falta para acceder al sistema y aumentándolo hasta los 20.Esa propuesta del Ejecutivo no ha gustado ni los partidos de izquierdas ni a los sindicatos. Desde IU-ICV han criticado duramente la medida y la han considerado como un ataque al modelo social. Así, el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha asegurado que la medida adoptada por el Gobierno sumará a la crisis económica una "crisis política y una crisis social".