La noche de Reyes volvieron a atracar un bar situado en Lleida. Y ya van veinte veces en cinco años. Pese a que cuenta con alarmas y sistemas de vigilancia, los ladrones campan a sus anchas por el local. El local cuenta con los más avanzados sistemas de seguridad. Pero han resultado inútiles. La caja registradora, las tragaperras, las máquinas de tabaco, todo los aparatos del bar sufren el asedio de los ladrones. En el último asalto, la alarma sonó durante 20 minutos pero la policía tardó más de 40 en aparecer.