Televisores, teléfonos móviles, aparatos de sonido y también armas y prostitutas. Es lo que se encontró la policía mexicana al entrar en la cárcel de Acapulco para hacer un traslado de presos. El director de la cárcel ha sido destituido. También el jefe de guardias y tres celadores, de momento. El cúmulo de irregularidades se descubrió el domingo por la noche. Atendiendo a un programa de seguridad penintenciaria, agentes del estado de Guerrero pretendían trasladar a 60 presos a cárceles de alta seguridad. El registro les pilló por sorpresa a los que iban a ser trasladados, a los que se quedaban, a los trabajadores de la prisión, y a las huéspedes de esta carcel tan singular. Algunas eran las parejas de los reos y otras, prostitutas. Pero no fue la única sorpresa de las autoridades, porque se decomisaron pistolas, munición, 160 televisores, equipos de sonido, teléfonos móviles, y más de 60 reproductores de DVD. Los reos, en su intento de convertir la ausencia de libertad algo superfluo, además de fumar marihuana, podían incluso apostar en las peleas de gallos. Se encontraron varios corrales con cerca de un centenar de estos animales.