Las inundaciones que azotan Tailandia han dejado ya 400 víctimas mortales y han obligado a evacuar a más de un millón de personas de la capital, Bangkok. El gobierno tailandés cree que la situación puede mejorar en los próximos días, aunque algunos expertos advierten del riesgo de una nueva subida en el nivel del caudal del río que cruza la capital. Los ciudadanos se enfrentan además a enfermedades que ya han minado la salud de cientos de miles de personas. Por su parte, el ejecutivo tailandés ultima un plan de recuperación de 30.000 millones de dólares para hacer frente a los estragos causados por las inundaciones.