La negativa del Ejecutivo de Piñera a negociar una reforma a fondo del sistema educativo ha vuelto a avivar las protestas. Chile vivió este jueves los peores disturbios desde hace meses. En la reunión de anteayer el ministro de Educación propuso mejorar el sistema de becas actual asegurando que era la última oferta. Un engaño, porque les habían prometido que en esa mesa se iba a hablar sobre la gratuidad en la educación pública. Y la situación, lejos de mejorar, a ido a peor.  Durante las protestas 150 personas han sido detenidas en Santiago y Valparaíso, y 27 carabineros y cinco civiles heridos en la capital. El conflicto parece no tener fin. Piñera asegura que no hay presupuesto para una reforma de la educación, se excusa diciendo que los pobres no deben pagar la educación de los ricos.  Un argumento poco convincente para sostener un sistema educativo obsoleto creado en la dictadura de Pinochet.