Las chicas trabajan en pisos clandestinos en condiciones pésimas. Les obligaban a realizar hasta ocho servicios sexuales consecutivos de hasta una hora de duración cada uno. Y sin utilizar preservativo. Captaban a las chicas en China con una falsa oferta de trabajo. Contraían, sin saberlo, una deuda con sus proxenetas de 20.000 euros. Los Mossos iniciaron la investigación en 2010 después de que una madre denunció que su hija de 16 años había sido víctima de una red dedicada a la prostitución.Los agentes han precintado 15 pisos donde se ejercía presuntamente la prostitución.