Amanda Konx ha sido declarada inocente del asesinato de su compañera de piso. Tanto la joven estadounidense como su novio italiano han sido absueltos del crimen por el que fueron acusados en 2007, y condenados entonces a 26 años de cárcel. Un caso que unía sexo y drogas. Finalmente, las pruebas de ADN que se realizaron no han demostrado que la joven y su novio estuvieran vinculados a la muerte de la joven Meredith Kercher.