El parlamento alemán vota hoy la ley que permitirá ampliar el fondo de estabilidad europeo para ayudar a los países con problemas. Su aprobación está asegurada, pero falta saber a qué precio. Las últimas semanas han sido una prueba de resistencia para la canciller Merkel porque el sentimiento europeísta de los alemanes ha menguado considerablemente. Unas tres cuartas partes de los germanos están en contra de dar nuevos pasos para salvar a más socios de la deuda.