Clientes de varios restaurantes de Las Ramblas de Barcelona han denunciado el hecho de que estos establecimientos no indiquen el precio de las bebidas en las cartas que hay en las mesas y que utilizan los comensales.  Tomar un refresco o una cerveza en una de las terrazas de las Ramblas de Barcelona cuesta más de 13 euros. Los locales utilizan como reclamo precios razonables para un menú de dos platos y postre. Pero no especifican que la bebida no está incluida. Y ahí es donde pican los turistas. Al pedir al camarero un refresco, por defecto nos trae la jarra grande, de un litro, y de máquina (sin gas). En las cartas que hay en las mesas no se indican los precios de las bebidas, sólo en las que pedimos en el momento de reclamar, ¿Picaresca o timo?.