Es el edificio más dañado de Lorca. Y en breve, será demolido. Antonio es uno de los 4 propietarios. Compró su vivienda en 2002. Ahora ve con impotencia el estado en que ha quedado. Tras el primer terremoto intentó entrar para coger algunas de sus pertenencias, pero fue imposible porque su estructura y cimentación resultaron seriamente dañadas. Será el primer edificio de la localidad en ser totalmente derruido.