El mundo mira con preocupación a Siria, donde cerca de cuarenta personas podrían haber muerto en los disturbios que han tenido lugar este jueves en la ciudad de Deraa, en el sur del país. La Policía ha abierto fuego contra los manifestantes que asistían a un funeral por las víctimas de los disturbios del día anterior. El presidente sirio, Al Asad, ha negado que ordenara disparar a la población. Asimismo, el régimen alarmado por las protestas ha anunciado medidas de urgencia para contentar al pueblo, entre ellas la posible eliminación de la ley de emergencia vigente desde hace 48 años.Asimismo, su portavoz, la consejera Bouthaina Shaaban, ha anunciado que se introducirán "mecanismos" para combatir la corrupción, una de las principales denuncias de los manifestantes en Deraa.Según Shaaban, el presidente quiere además que se elabore una nueva ley de partidos y que ésta sea sometida a "debate público" y una "nueva ley de medios que reflejará las aspiraciones del pueblo de más transparencia y libertad".