Dijo que moriría matando pero parece que se lo ha pensado mejor. El dueño del asador de Guadalmina, en Marbella, ha dado marcha atrás. Al parecer ha enviado una carta a la junta de Andalucía en la que expresa su intención de acatar la ley antitabaco. Un inspector de la Junta acudirá al asador para verificarlo. Comprobará si se colocan los carteles de prohibido fumar y de ser así permitirá la reapertura inmediata del negocio. Esto no afecta al expediente administrativo que sigue en el período de alegaciones por el incumplimiento de la ley.