Canarias ha sufrido dos días de auténticas lluvias torrenciales y se ha llevado la peor parte del temporal. Varias carreteras han tenido que ser cortadas por los desprendimientos y algunos garajes y locales han quedado inundados. En algunas zonas del norte de la isla se han superado los cien litros por metro cuadrado y en Las Palmas cuatro familias han tenido que ser desalojadas por precaución.