El centro Antonio Machado ha sido el último en cerrar. Papeleras que rebosan, la basura se arremolina por los suelos y los baños muy sucios. Desde que comenzó la huelga de limpieza por impagos hace más de una semana 7000 niños están sin clase. Por eso, los padres se hacen oír a golpe de ollas y sartenes, porque aseguran que no oyen que la educación de sus hijos está en juego.