Esperaba a que cerrase la tienda y tomaba todas las precauciones posibles para no ser descubierto. Su jefe, el propietario de este Anticuario de Palma lo acusa de robarle 265.000 Euros. El detective privado que llevó el caso y captó las imágenes describe como, enfundado en unos guantes de látex y con una ganzúa, el empleado abría la caja fuerte y se llevaba el dinero. El caso se juzga en estos momentos y el presunto ladrón lo niega todo.Pero no sólo se roba dinero, unos zapatos bajo la camiseta, o la gasolina de las máquinas de la obra son botín suficiente para jugarse el empleo y una denuncia.José María Vilamajó, de Winterman detectives afirma que, con la crisis, este tipo de delitos han aumentado hasta en un 12% en los últimos dos años.En España, en 2011, las empresas perdieron 11.000 millones de euros por hurtos. Se estima que más del 30% de los robos los cometen sus propios empleados.