En Nueva York podemos encontrarnos un raro peinado de récord. Aquí vive un japonés, poseedor de la cresta de pelo más larga del mundo. Quince años ha tardado en conseguir que mida un metro y 18 centímetros. Habitualmente no suele llevarla, ya que para ello debe contar con una asistente. Además, le resulta bastante difícil moverse en el interior de cualquier edificio.