Lucrecio Teba Paz, un pensionista de 64 años que sufre de hipertensión se ha declarado en huelga de hambre en el único ambulatorio de su barrio para que no cierren el servicio de urgencias nocturnas de lunes a jueves a partir del 1 de octubre. El cierre, según el gobierno regional, se debe a la baja presión asistencial del centro, algo que niegan los vecinos, que denuncian la nula comunicación de este núcleo urbano aislado del centro de Leganés y que tienen censados a más de 15 mil habitantes, más del 70 por ciento personas mayores de 60 años y jóvenes sin empleo, según la asociación de vecinos. La próxima semana se llevarán a cabo varias reuniones entre responsables del gobierno regional y del consistorio de Leganés en las que se decidirá el futuro de este centro. Una de las alternativas que se manejan es la creación de un puesto móvil de emergencias, algo que no están dispuestos a aceptar los vecinos de la Fortuna, entre ellos Lucrecio, que asegura que mantendrá su huelga de hambre hasta las últimas consecuencias si no se atienden sus reclamaciones.