Los comercios de Madrid pueden desde ayer abrir cuándo y cuánto quieran. Muchos aún no han decidido si les sale rentable hacerlo, aunque otros estrenaron con éxito la liberalización de horarios comerciales. La mayoria de los pequeños comerciantes asegura que para ellos será imposible trabajar también los domingos y festivos. Aunque el gobierno de Aguirre calcula que se crearán 20.000 nuevos empleos, son muchos los comerciantes que aseguran que la actual situación económica les impedirá contratar personal para trabajar los festivos, así que a la larga muchos temen que esta libertad para abrir suponga el cierre definitivo de pequeños comercios incapaces de competir con las grandes superficies.