En Río de Janeiro celebraron ayer el Día Mundial de Destrucción de Armas de fuego, pasando una apisonadora sobre 40.000 de ellas. Desde comienzos de mayo, las fuerzas de seguridad han requisado a diario unas 1.200 y esperan finalizar el año con más de 120.000 destruidas. Se calcula que en Brasil hay cerca de16 millones de armas, el 90 por ciento, en manos de civiles.