La miseria hace cola en Atenas para todo. Desde las 6 de la mañana, jubilados y enfermos graves mendigan sus medicamentos en una de las 5 farmacias sociales de la capital que atienden los casos más críticos. El Estado no paga y las farmacias han cortado el grifo de las farmacias gratis. También racionamientos y esperas a la hora de conseguir un plato de comida. Tan crítica que el trasiego a las puertas de los bancos es continuo. En el Hotel Lido no se aceptan tarjetas de crédito ni se dan mapas del  Acrópolis. Los huéspedes como el país sobreviven.