Los primeros enfrentamientos se produjeron en el campo de juego. Luego se trasladaron a las calles. Era la frustración de decenas de aficionados del equipo local de Cochabamba por no haber logrado el ascenso a primera división. Las fuerzas de seguridad bolivianas se enfrentaron a los enojados fans y decenas de mujeres y niños se vieron afectados por los gases lacrimógenos.