Barack Obama también había marcado en su agenda la inexcusable cita de la fiesta del lunes de Pascua en la Casa Blanca. Unas 30.000 personas, que obtuvieron su invitación mediante una lotería, pudieron participar y ver de cerca a los Obama y al conejito de Pascua. El presidenet jugó con los niños a empujar los huevos de Pascua con una cuchara de madera hasta la linea de meta. A la fiesta acudieron los Harlem Globetroters con los que Obama ensayó unas canastas, en las que necesitó tres intentos para encestar. También demostró su estado de forma con unas flexiones. Y amenizó a grandes y pequeños con la lectura de un cuento. El presidente no se cortó y puso a su relato las voces que pedía la historia. Todos disfrutaron en la fiesta anual de Pascua.