No hay distancia demasiado larga ni carga demasiado pesada. O por lo menos para una abuela de China. El destino le ha llevado a llevar a su nieta al colegio a la espalda. Un centro que está a cinco kilómetros de su casa.Xiang tiene 57 años y en su espalda lleva la carga de su nieta. Literalmente. Porque cada día hace así este camino. Cinco kilómetros para que la pequeña vaya a la escuela. Una parálisis cerebral la hizo incapaz de andar, aunque no acabó con sus ganas de estudiar. Sin sus padres, su abuela quiso complacerla, y, sin ayudas estatales, no le quedó más remedio que llevarla ella. Desde que la pequeña tenía siete años, y ya ha cumplido diez.No importa el tiempo que haga, porque para esta mujer hay momentos que compensan un camino, en muchas ocasiones, difícil de seguir.