Cuando tenía sólo un año, Meng fue operada de un quiste en el hígado. Desde entonces, y ahora tiene 12, su barriga no ha dejado de crecer. Es una niña muy delgada, pero con la tripa hinchada. Su familia ha invertido todo su dinero en buscar un tratamiento para esta enfermedad rara. Ahora piden ayuda para que se siga investigando.