Son 23 relieves esculpidos en piedras descubiertos junto a un templo azteca en ciudad de México. Las esculturas reproducen algunos de los mitos aztecas como el nacimiento del dios de la guerra y representaciones de serpientes, guerreros y otras ornamentaciones características de la cultura azteca. Los arquéologos creen que tienen más de 550 años y son uno de los hallazgos recientes más valiosos encontrados en la ciudad azteca de tenochtitlán.